lunes, 13 de junio de 2016

PERFECTA UNICIDAD * *

   No buscar qué añadir en particular a la realidad plena del presente, nos libra del sueño de la razón; fabricante de carencias, por la sinrazón de los deseos personales, que la aturden con la angustia de obtenciones efímeras. Es por ésto que le corresponde a la quietud interior ejecutar la acción para que ésta sea la correcta y totalmente útil a la completitud de la vida; y, la quietud interior, tan sólo se establece en la mente con sólida consistencia cuando uno decide apartarse por completo como decididor personal. Ya que el ego nunca es verdadero hacedor de nada aunque superficialmente lo presuma -y no hay mayor ignorancia que la presuntuosa interpretación de una perspectiva individual/sensorial tomando su supuesto conocer imperfecto por certero y digno del mayor crédito-. Por tanto, influir desde la parcial inquietud egoica únicamente conlleva errores que desencadenan desastres y sufrimientos que agitan la mente todavía más si cabe.

   Ver lo antedicho, y estar decidido a suspender el crédito dado a los juicios particulares de exclusiva opinión, es un avance gigantesco en la dirección correcta para la pacificación de la agitación mental. Y, en semejante tesitura, lo sabio es saber que no se sabe para que el verdadero saber ilumine por sí mismo la consciencia, siendo consciente de ser consciente en el instante inmediato e inequívoco de la realidad siempre presente.

   Más allá de lo explicable e inexplicable, ahora, en perfecta quietud, la luz del ser brilla inmaculada, indeclinable, cierta y rotunda, como un aserto incuestionable, al no tener lo diferencial cabida en una respuesta que disuelve todas las preguntas que pudieran llegar a cuestionarse... todo es nada y nada es todo, porque lo diferencial/separativo -por su insustancialidad-, en su totalidad, es vacuidad; y el vacío de lo insustancial, en su perfecta unicidad, es plenitud de vida eterna, sin límites ni distancias; sencillamente, la separación perceptiva de lo personal no es real, tan sólo un ensueño que, en la consciencia plena, ya se disipó sin dejar rastro posible.

   No quieras hacer nada por cuenta propia para que el soñado egoico hacedor cese de imaginar que puede ser decididor personal, y, sin esfuerzo particular alguno, se deshará en el Indiviso Hacedor de la Perfección en el que ya eres en esencia junto con todos y todo... Nunca ha habido ni habrá partes ni tiempo en el espíritu eterno. Sosiégate y acepta la intensidad de actuar sólo desde la quietud interior, y la Perfecta Unicidad, más allá de lo efímero y personal, envolverá la totalidad desde lo más íntimo y puro del alma. Comunión. Despertar. Iluminación. Verdad Una. Dios. Amor. Ser.

KHAAM-EL




Fúndete en la perfecta paz que lo unifica todo ahora... 
más allá de la música, el canto, las palabras el mundo, los seres -incluido tú mismo-, 
somos indistintos de la plenitud.
Júbilo de Ser aquí...
lo pasajero pasa... el Amor permanece eternamente.
Vive sin miedo.
Perfecta Unicidad más allá de las formas y sus tiempos.

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