domingo, 5 de junio de 2016

HAY UNA ETERNIDAD EN TU INTERIOR ESPERÁNDOTE *


   No retengas lo insostenible y te verás libre de resentimientos. La flecha sólo hiere a lo pasajero y la palabra mundana ensalza o denigra únicamente a lo transitorio. No te defiendas ni involucres en semejante inconsistencia, pues sólo trae inútil sufrimiento. Lo anterior a este instante es tan endeble e inasible como lo por llegar. Medita. Hay una eternidad en tu interior esperándote. Adéntrate en ese misterio y camina por él, hasta que, al final, el misterio, sea develado como la sencilla evidencia última, que no se holló jamás antes en los devenires de los mundos. Ponte, en consecuencia, en marcha, ahora, aquí; dejando de mirar a la muerte de los nacimientos y penetrando resueltamente, de nuevo, en el meollo de la vida, en lo sustancial e intangible, encuentra, felizmente, lo imperdible e insondable, que rebosa en lo invisible para los ojos del cuerpo e inaudible para los oídos de las memorias personales, pero imbuido de un presente de íntimo esplendor ilimitado.

   El espíritu que alienta el aliento de todos los seres los hace uno más allá del tiempo y el espacio.

   Respira tu respiración. Atiende de veras. Cuando la calma no compite con las tempestades se encuentra la verdadera paz interior, pues de nada sirve la libertad en un ánimo frágil ni la dicha permanece por mucho tiempo en un corazón temeroso. Templa tu corazón y que no te arredre que el mundo, en su ignorancia, pueda partirlo en mil pedazos. Bendice incesantemente. Vive sin miedo. Con alegría y desprendimiento sigue el ritmo del corazón. Y la compasión llenará de gozo, en fundada esperanza de plenitud, a tu alma. No te despistes más con lo impermanente, yendo tras las cosas del mundo, y encuentra primero la fortaleza de lo eterno; entonces, lo que debes realizar, subyugados deseos y rechazos, se verá claro e irrefrenable, y, aun rodeado de obstáculos, tu vivir se tornará gratificante y bienaventurado. No te impacientes. confía. Sé constante. Permanece presente... el cansancio, muchas veces, pretenderá tentarte pero la fuerza sutil de la vida te empujará allende los tentáculos de la flaqueza, la queja y de la mismísima muerte; pues, alégrate, sólo desaparece lo aparente. 

   Conoce: hay una eternidad en tu interior esperándote para consumar ese esplendente encuentro interior con la infinitud del Ser, que desvanecerá, de una vez por todas, la ilusión de samsara, o de maya, o de lo personal y dividido, o del mundo fenoménico, o de cualquier nombre que quiera ponérsele a lo paradójico e insubstancial de los espejismos tomados por realidades. Inicia y culmina lo resuelto... Adentro, mira adentro, y toda la luz.

KHAAM-EL




Ponle alegría a tu devoción y encaminate a tu despertar.
El misterio se desentraña en la profundidad de uno.
Medita. Ora. Ahonda.
En tu interior Krishna (Dios, Tao, Nirvana, Lo Eterno...).
En tu entraña comulgas con la totalidad en plenitud.

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