lunes, 24 de julio de 2017

EN VERDAD TODO ES YA SAGRADO *

   Quedarse en lo aparente es retorcerse acuciado por los juicios de la culpabilidad y el pecado. Perdona las apariencias (siempre engañan) y retorna a la Verdad de lo esencial (no conoce el engaño). Todo es sagrado -desde ponerse una camisa o leer el periódico, hasta orar en el templo o beberse un vaso de agua fresca- cuando se tiene presente, de todo corazón, a la Divina Unicidad. Permítete permitirle al flujo natural de la vida, no estorbándolo con antinaturales expectativas de egoísta índole, que te muestre lo esencial e intemporal: la inefable plenitud amorosa del Ser, y ya nada podrá perturbar tu generoso ánimo ecuánime; porque en el mundo nada es para siempre y compartir con el prójimo lo sustancial, sin apegarse a lo circunstancial, es fuente de gozo y paz duraderas. 

   Comprende en toda su amplitud, desde la intuición más preclara, que lo pasajero nunca afecta realmente a lo eterno. Conoce de forma incontestable, directa e inmediata, y no especules con hipótesis que sólo alimentan al ego, dejando hambrienta y desconsolada el alma. Matente muy atento a lo sustancial. No te inclines ante el siervo que se cree el amo (el ego) o serás tiranizado por él. Abre tu mente a lo santo, calmo, feliz e inspirador; deja que actúe en ti y te transforme, diluyendo toda angustia e incertidumbre, puesto que ninguna malicia puede triunfar ante la todoabarcadora bienaventuranza Divina. Todo va bien cuando no se juzga cómo debería ir. No te escondas tras las pequeñas y mezquinas razones del ego y sal a la luz, no tienes nada que ocultar. Todo queda perdonado en el presente cuando se recuerda el significado del Amor. El tiempo es una idea de una Idea, no nuestra condición. Ve a la fuente de todo pensamiento, acallando la estridente conceptualización del ego, y reconectarás con el Pensamiento Creador, con la Consciencia Pura, con lo Absoluto, con lo Nirvánico o Celestial, con el Espíritu Siempre Viviente... Vivirás milagros, sincronicidades y liberadora comprensión, siempre y cuando tu confianza en el Perfecto Amor de Dios se anteponga a la desconfianza personal surgida del deseo y el miedo. Más, nada hay que temer, Dios es asombroso, no está limitado por nada ni nadie; pero, a su vez, se encuentra inmanente en todo y en todos, trascendiendo así cualquier aparente limitación. Ahonda y no te distraigas con lo superficial y vano... desvela el misterio que nunca fue realmente un misterio, porque buscar en lo escondido, aquéllo que jamás lo estuvo, no fue más que un absurdo enigma imposible. Despierta ahora, aquí, en lo más sagrado de tu mente, y deja de soñar como posible lo imposible. El Ser es perenne e indisoluble, la separación no es más que apariencia. Medita... eres/somos uno en Dios. ¡Aleluya!

KHAAM-EL




Agradece a la Divina Unicidad que el Amor es espacio infinito de sagrada plenitud
y vivenciarás que nunca nada pudo, ni podrá, estar separado de Su Esencia Eterna.

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