Bajo estas líneas adjunto el vídeo de una charla en la que profundizo en la no beligerancia y no injerencia con lo que sucede en la vida, asumiendo total responsabilidad por ello, para poder así ir más allá de las apariencias, y retornar a la verdadera y eterna Vida mediante la consciencia plena del Ser.
La mayor ayuda que se le puede hacer a la vida es no interferir con ella, al igual que la mayor bendición que podemos hacerle a nuestro prójimo es no ser una injerencia para él, al reconocerle de corazón su libertad esencial en el Espíritu.
La verdadera alegría sucede en el compartir que no interfiere, culpabiliza ni se lamenta, sino que, en la sencillez del Amor, se da por entero con naturalidad, sin pretender nada en particular, únicamente buscando el bien mayor de todos sea cual fuere la circunstancia.
Simple, no significar al ego, ni propio ni ajeno, descarga al alma de una enorme culpa y, cuando así se vive, la plenitud de ser, sustancial a cada uno de nosotros, comulga con la totalidad, facilitando el retorno a la Consciencia Indivisa de la Divina Unicidad. Porque el Amor nunca interfiere, invita a la plenitud aquí y ahora; de la misma manera la Verdad tampoco interfiere, desvanece ilusiones con infinita paciencia; esperando a que libre y voluntariamente, cada uno de nosotros, la escojamos nuevamente en lugar de los dolorosos placeres del ego.
KHAAM-EL
Acepta la responsabilidad de todo lo que te ocurre y abandona la queja. Vuelve al Amor y relaciónate en Él desde Él; para no interferir nunca más, al dejar de significar los absurdos y temerosos juicios personales, con la plenitud indivisa de la Vida
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