NO ACALLES LA VOZ DE TU CORAZÓN - VÍDEO

   Bajo este escrito preliminar inserto el vídeo de una charla en la que incido en que la verdadera voz a seguir en nuestras vidas es la voz del corazón y nunca el impulsivo griterío del ego que atolondra la mente con sus recelos e incertezas.

   Permanece muy atento a la voz interior, al canto del alma,  porque el silencio del corazón endurece la mente. No escuchar al corazón parte el alma. Y una mente endurecida, un alma partida, se encuentra confusa y enmarañada por una multitud de pensamientos contradictorios y absurdos, cargados de ira, vergüenza, culpa, desesperación, y mil y una sensaciones egoicas que nublan la claridad de una mente en paz.

   La barahúnda de pensamientos que el ego fabrica busca una solución a su problemática, pero éstos no saben lo que hacen pues aquello que fabrica un problema no puede jamás ser su solución. Así que silencia la mente egoica y escucha la voz del corazón, para poder así expresar sin interferencias la comunicación verdadera, honesta y auténticamente amorosa; al ser una expresión desinteresada e integradora, pura, fraterna y liberadora de cualquier justificación del ego y sus mezquinos planes especiales, con los que no hacía otra cosa que lamentarse de las contrariedades y codiciar particulares deseos. Estate vigilante, abandona cualquier queja y actúa con amor; escucha la voz del alma y perdona. Te habrás perdonado a ti mismo... lo que extiendes lo acrecientas y mantienes.

   No te enganches a tu propia historia personal. El corazón sabe, mientras que la mente sin corazón es petulante ignorancia. Seguir los mensajes del alma sana definitivamente la transitoria estupidez, surgida por el ansia de lo diferente y exclusivo, que la identificación con el ego propició. Aquiétate, por tanto, y no silencies ni por un instante más la dulce voz que, desde lo más hondo de tu corazón, te guía al Corazón Indiviso de la Divina Unicidad.

KHAAM-EL

No escuches al ego o únicamente acumularas caídas, 

pues sólo cae lo que busca supremacía.

Atiende a la voz del corazón y comparte la unicidad esencial del alma;

sin duda alguna, serás feliz...

porque el Amor es felicidad infinita.