sábado, 29 de julio de 2017

NO CUESTA NADA COMPARTIR LA VERDAD - VÍDEO

   Comparto en el vídeo que adjunto bajo este escrito una charla en la que recalco la sencillez de permitir que la Verdad nos libere de las ilusiones. Tan sólo hay que soltar la carga personal de acumular las memorias personales que el ego atesora como protecciones que realmente nos atacan.
   Lo que en esencia todos anhelamos, ser felices y vivir en genuina paz, no cuesta nada; sin embargo ser infeliz y estar en conflicto, cuesta mucho. El sufrimiento, la queja y el dolor, son el resultado del acto insensato de complicarse uno la vida con los juicios derivados de la pequeñez, la fragilidad, la insuficiencia y del deseo, subsecuente, a buscar un culpable, o culpables, por todas esas aparentes carencias que el ego, en su enrevesada y costosa manera de pensar, justifica. 
   Perdonar esa manera de razonar, tan sumamente irracional, es la clave. Ya que, al ver más allá de las apariencias, el ánimo se distiende de manera sencilla y natural; pues, cuando se centraba en ellas, no podía sino tensarse, frustrarse e incomodarse, convirtiendo la vida en una constante pelea. 
   Replantearse la propia actitud libera tanto a uno como al prójimo. Compartir la Verdad no cuesta nada y las pataletas sí. El compasivo perdón de los errores, para que éstos sean completamente corregidos y no se repitan más, es el Dharma que deshace todo karma; la manifestación de una forma de relacionarse inegoísta que trasciende finalmente toda forma, y nos devuelve a la plenitud primigenia, aparentemente olvidada en el tiempo y sus costosas historias.
   Definitivamente, en la Verdad todos ganamos; y, donde nadie pierde, es imposible no ser plenamente feliz. Abandona, por tanto, tus quejas y comparte la Verdad Eterna del Amor Perfecto de la Divina Unicidad; no cuesta nada, y te devuelve todo... lo esencial, puro, bienaventurado e ilimitado.

KHAAM-EL



Nuestra salvación es en el presente y no en una proyección futura.
Por eso no cuesta, realmente, nada.
Obvio: la eternidad trasciende el tiempo aquí y ahora, siempre.

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