lunes, 17 de julio de 2017

'NO DOS'... INEFABLE UNICIDAD DIVINA *


   Conténtate con el presente y vívelo con consciencia plena. Ansiar más siempre viene acompañado del menos. El sufrimiento proviene de querer asir lo cambiante, por el mero capricho obsesivo de afanarse en adquirir y poseer para sentirse seguro, cuando ese obsesivo afán es justamente temor e inseguridad. Ahonda y comprende que codiciar es carecer. No te peles con el mundo por sus cosas cuando realmente el mundo jamás está separado de ti. Cuando prefieres seguir a los deseos personales, en lugar de permanecer en paz, te olvidas de quién eres, y quiénes son todos, realmente en esencia y en verdad, y te experimentas como algo inestable y separado que siempre podría alcanzar algo más. Te distraes con nimiedades y tu ser, que es pura dicha y plenitud, es olvidado tras los pensamientos que genera esa infructuosa búsqueda del más. El ansia es una niebla que sólo permite ver el objeto ansiado ocultando el resto entre sus brumas; por eso, ciertamente, la posesividad resta. Amplia tu visión contemplando, agradecido, el instante presente tal y como es, disfrutando de la paz mental sea cual fuere tu situación, permitiendo que el flujo de la dicha te lleve de manera natural, sin esfuerzo ni sufrimiento, sin expectativas personales. No te reduzcas a ti mismo por desear ser algo más, ya que el olvido de ser únicamente trae pesar, porque sin la dicha de ser aquí y ahora puro Ser, sólo hay tristeza, dolor, vergüenza e ira.

   Mantente imparcial, sosegado y atento. No te dejes abatir por la penumbra y sus brumosas sombras de fantasmagórica consistencia. La pequeña claridad de la luna y las estrellas en medio de la noche es, sin duda, fiel promesa del amanecer y su esplendente claror. Abandónate al ahora y confía... nunca más te sentirás solo o abandonado, porque la llenura infinita de la acción desprovista de miedo te mostrará, con diáfana obviedad, que viviendo presente el Cielo aparece en tu interior para ofrecerte la Unión con Dios y con toda Su creación... la realidad disuelve toda ilusión de separación en la Unicidad Divina.

   No te ensombrezcas con tristes pensamientos que necesitan más y más... tú eres el Cielo, inapagable e inmaculada luz de completitud. No lo olvides... El Cielo, comprende, ya es pleno... no busques, por tanto, conseguir a toda costa aquello que piensas que te falta y haz las paces con la guerra interna que proyectas en el mundo. Elévate por encima de las circunstancias variables del egoísta trajinar mundano y la dicha inmensa de la paz de espíritu será, nuevamente, reconocida como parte intrínseca de tu/nuestra naturaleza esencial. Fluye, confía e incluye... date por entero y recibirás plenamente... Nada sobra ni nada falta. Lo que no tienes en estos momentos, sencillamente, es porque no lo necesitas para encontrar ya mismo lo esencial, puro y bendito... para vivenciar la bienaventuranza suprema de soltar definitivamente el ansia de más que te hacia sentir menos.

   Ama y te amarás; ámate y amarás. Todo es, en su esencia eterna, Amor... Divina Unicidad. Camina libre, pues, y sin temor, por un mundo ilusoriamente separado de ti, que quiere apresarte con mil y una tentaciones, pero que es impotente ante la verdadera libertad, que usada con Consciencia y Amor, siempre nos ofrece incomparable plenitud para extender y compartir con el prójimo que es 'no dos' con uno y con toda la vida. Nunca más el miedo. Ya jamás el buscar algo más para quedarse con la opresiva sensación del menos. Sé soberano de tu mente, deja pasar los deseos sin prestarles atención ni sucumbir a sus señuelos de artera seducción. Permanece sereno y feliz. Te sorprenderá, gratamente, lo fácil que es si tienes la paciencia de atravesar la intensidad inicial de no significar los cambios. No te amilanes por el embate de las sensaciones de desagradable variación e ignora sus exigentes demandas de atención. No hagas nada, excepto ser fiel a la paz mental, y, de pronto, sin previo aviso, de manera sorprendentemente maravillosa, más allá de las palabras y sus limitados conceptos, toda la comprensión, definitiva y liberadora, es en ti junto a la bendita alegría que se extiende, sin fin, en la eternidad del espíritu. Lo inexpresable e ilimitadamente bienaventurado, con toda certeza, ahora Es y te lo ofrece todo, aquí y ahora, en esencia y en verdad, sin menoscabos ni acumulaciones... 'No dos', pura e inefable Unicidad Divina.

KHAAM-EL



OM  TARE  TUTTARE  TURE  SOHA:

   Que la Consciencia Plena te libere del sufrimiento del mundo, desvaneciendo todo temor interno y externo, cualquier apego, irritación e infelicidad individuales; y sus bendiciones te colmen para trascender todo tiempo y espacio, alcanzando la Suprema Liberación... 
   ... La Consciencia Pura de la Unicidad Divina.

NAMASTÉ

No hay comentarios:

Publicar un comentario