Lo más hermoso que podemos ofrecer y hacer por el prójimo cuando, confuso por las vicisitudes de la vida mundana, se siente desamparado, abatido o carente, es que redescubra en su interior la Plenitud Esencial que Es, la Bendición Infinita que le alienta y sostiene aun en los desalientos más penosos o, incluso, supuestamente malditos. Porque, prójimo de mi corazón, Dios es Amor perfecto, seguro e inacabable, y, por la Gracia, nuestra naturaleza real es inseparable de ese Amor perfecto, seguro e inacabable.
KHAAM-EL
Por pesada que sea la carga que sintamos sobre nosotros,
por penosa que sea la situación que atravesemos,
amig@, en Cristo hallamos alivio y cuidado
hasta vivenciar -con asombrosa y bendita claridad-
cómo Él mora en nuestros corazones...
Convirtiéndolos en manantiales abundantes
de Vida Eterna y Plena...
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