La mente que se circunscribe al yo frente al otro
sufre la distorsión separativa que todo nombra,
califica y cataloga
a la medida de su vana perspectiva,
a la hechura de su propia distorsión.
Más, sin alguien que se perfile y engría
el tiempo se diluye
junto a las distancias que parecían ubicarlo,
mostrando un ámbito de gloriosa infinitud
que plenifica la esencia siempre viviente
allende los deseos y miedos que la ocultaban,
al arrojar con decisión la carga opresiva
de los pensamientos particularistas
como si de rocas que aplastaran el alma se tratara.
Asciende la montaña interior
con las alas del Amor
y encuentra el verdadero sí mismo
en el prójimo que no es aparte de ti;
sino en ese Sí Mismo, sin opuesto ni definición,
Lleno en su Vacío de separaciones.
La Verdad es Verdad aun en lo ilusorio,
aun en lo falso...
porque no hay falsedad ni delirio que perduren,
desvaneciéndose sin dejar rastro
-como el humo breve de una cerilla-
en la oquedad de su estructura ensoñada.
Despréndete de lo personalmente supuesto;
acumular suposiciones te empobrecerá,
confundirá y extraviará.
No vayas tras el poderío sobre lo ajeno
o te sentirás ajeno a ti, a todos, a todo.
Ve al hondón de tu alma y conquista su cima
con consciencia, en calma, humilde, libre y valiente,
sin escudarte tras injustas nuevas normalidades
de viejas rencillas disimuladas pero no sanadas.
Quédate en el ascenso consciente, aquí, ahora...
en silencio conceptual...
en calma, si prejuicios que todo sentencien...
en la luz infinita del Corazón radiante...
Buda es Buda cuando no quiere ser alguien iluminado.
Cristo es Cristo cuando se sabe Uno con Dios.
Buda es Cristo.
Cristo es Buda.
Todos somos Buda... Todos somos Cristo...
Sí, Cristo y Buda somos Todos
cuando no queremos ser
lo que de ellos creímos especial y separado.
Despierta abandonando la guerra de los nombres,
pacificando el conflicto de las religiones,
no ensalzando la arrogancia de las erudiciones,
rindiendo el ansia de provecho personal...
y Todo Lo Que Es refulgirá -de nuevo- plenamente.
KHAAM-EL
Míralo todo con los ojos del amor,
con los ojos del ángel,
con la mirada pura de lo indiviso,
con la visión santa
que Dios comparte con Su creación...
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