sábado, 20 de junio de 2020

NO HAY OTRA, ABANDONAR EL APEGO AL EGO ES RENACER A LO ETERNO

   Buscar alternativas gozosas en una tragedia es una misión imposible, un esfuerzo condenado al fracaso de antemano. Querer unión en lo que se pensó para desunir sólo traerá frustración y soledad; no hay otra alternativa que abandonar toda la estructura de pensamiento de desunión para experimentar la unidad, para dejar de afanarse por lo carente de sentido y encontrar el significado verdadero en la sencillez de la consciencia en paz, presente y libre de expectativas. Una vez reflexionado lo evidente, podemos discernir lo esencial de lo superfluo. El ego es una divisora idea que aparece en el tiempo, perviviendo por la acumulación de fútiles memorias comparativas. Fabrica sueños y fantasías de doloroso resultado proyectando éxitos de particular relumbre que se derrumban, finalmente, en un apagón clamoroso de sus luces artificiales. Y como, visto lo visto, perseguir evanescencias es oscuridad y muerte, renunciar a ellas es plenitud de vida. Así que, si no acumulamos nadas persiguiendo ser algo reNaceremos a lo infinito, santo y bienaventurado, porque como bien dice la lección 138 de 'Un Curso de Milagros', "el Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir".

   Sí, no hay otra posibilidad real a la vivencia de lo pleno que estar consciente, presente, sin el apego al tiempo y sus memorias, desprendiéndote del influjo del ego ahora, aquí mismo, estés donde estés, con quien estés y haciendo lo que estés haciendo en este mundo pasajero. ¡Despierta! Enciende tu Alma con la antorcha de la Consciencia Pura y ¡alumbra! Agarrarse a lo temporal, sin duda, es sufrimiento porque el ego se identifica con lo transitorio mostrándolo como altamente deseable, pero -ahora sabemos- anhelar lo que surge para desaparecer es un recurrente fracaso, un fiasco monumental, una penosa esclavitud, un absurdo carente de valor. En consecuencia, liberarse de la idea de ser un ego, por tanto, es retornar a la Dicha de antes de todo antes que es exactamente la misma de después de todo después, al elevarse uno por encima de todos los pensamientos que le hundían en el pesar y la muerte. Luego, el final es el verdadero comienzo de Lo Inacabable en lo acabable, porque el comienzo personal fue difuminar lo esencial en un ensueño inconsistente. Así pues, amig@, no hay otra, hay que abandonar la identificación de aquello que pareció comenzar (el ego, la carne, el tiempo) para volver a vivenciar Lo Que Siempre Es (el Santo Espíritu de DIOS, la Vida Eterna, el Amor).

KHAAM-EL




No hay otra, sino elegir en la tierra el Cielo...
para que reflejemos Su Luz en ésta
y nos elevemos por encima 
de todos los pensamientos egoicos 
que nos hundían en el fango del dolor 
y nos sepultaban bajo la fría losa de la muerte,
para que la liviandad de nuestra Alma pura y eterna
evidencie, de nuevo, la comunión de la Divina Unicidad
en una Plenitud que es Gloria de DIOS en tod@s.




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