SIN MIEDO AL EGO, EL FIN DEL EGO- VÍDEO + +

    Bajo estas líneas adjunto vídeo de la charla del pasado día 22 de diciembre, en la que profundizo en la idea de que el miedo y el ego desaparecen juntos al ser inseparables en su ilusoria hechura. Porque sólo puede tener miedo algo que se sienta en deficiencia, pequeño y amenazado (el ego). Por eso, si decides vivir sin miedo, entrenando tu mente a confiar en el infinito sostén del Amor en el presente, con constancia inquebrantable, despiertas a la realidad de tu santo ser. Todas las angustias y conflictos acaban en la luz de la indefensión, al no creer nunca más en insuficiencias. Comparte libremente dicha y bendiciones, jamás pesar o recelos, porque lo que das es tuyo, por eso extender plenitud es Ley de Vida eterna. Abandona, por tanto, tu apego al ego y deja de tenerle miedo al miedo. No es complicado; simplemente, has de atravesar la intensidad de no apegarte a tus confusiones y justificaciones; y estarás caminando tu jornada final hacia lo eterno y por siempre feliz, siguiendo la luz del santo espíritu que Dios te da. Permanece consciente de ser consciente y verás más allá de las ilusiones. Mantente sosegado en lo profundo, en la intimidad de tu alma, y el miedo comenzará a desvanecerse en la claridad de la mente en paz; a partir de ahora harás lo que debes, y no lo que el ego/miedo exige con sus vanos deseos. Permanece en quietud interior y fluye con la vida... No tienes que imponerte, ni tampoco someterte, a las ilusiones producidas por tus pensamientos de miedo (contradictorios y confusionantes), tienes que pacificar tu ser, acabar con la guerra que batallas en tu propia mente. Si no te apaciguas en tu mente querrás arreglar el sin significado que percibes buscando concordia en lo que no la quiere; así que apacíguate de verdad, de corazón, con confianza, y recibe todas las bendiciones de vivir sin miedo... todo te irá bien... es inevitable que el Amor sea Amor eternamente.

KHAAM-EL

No escuches la voz del miedo y confía en el eterno Amor de Dios...  La luz del perdón te conduce hacia el fin de las ilusiones, hasta el fin del tiempo, donde el miedo/ego acaba. Ahora, ¡Aleluya! Sólo queda inocencia y plenitud.