viernes, 4 de diciembre de 2015

NO VIVÁIS EN LA MERA ANÉCTODA

   El cuerpo y la identidad que le asociamos (el ego) es algo transitorio y por lo tanto nada tiene que ver con lo esencial. Lo anecdótico, el relato corto de una curiosidad sorprendente, de una transitoriedad llamativa, es un mero entretenimiento intelectual que no ahonda en lo fundamental del hecho referido. Pasar de soslayo estorba más que ayuda, pues confunde lo superficial con lo mollar y el continente con el contenido. Vivir sólo de pan no es suficiente porque lo material siempre muta, se deteriora y desaparece. Comprended que pensar sólo en lo temporal y mundano, en lo corpóreo como lo principal, no trae jamás dicha verdadera. Lo espiritual no es algo anecdótico o un breve suceso sorpresivo en la vida, sino sustancia, constancia y motor. Creer que lo espiritual es una faceta más de la vida, una parcela en la que apoyarse a ratos para aliviar la angustia del ego, y no la vida misma en esencia y verdad es error grave de funestas consecuencias anímicas y relacionales, porque no podrá haber paz en el mundo mientras la propia mente sea un auténtico polvorín clamando por la guerra; sostener una barahúnda de pensamientos contradictorios desestabiliza en su personalizada visión y, sin remedio, divide, atormenta, afrenta, acusa e intimida, en un sinfín de razonamientos de volátil poso pero de intensa sacudida. 

   No quedarse en la mera anécdota del pensamiento e ir a sus raíces mismas con visión clara y honesta arranca la mala yerba que pudiera camuflarse de benéfica. Hay que estar muy al tanto de las semillas que se tienen para poder desechar, y no sembrar o cultivar, aquellas que crecen sin provecho o inarmónica sinrazón, debilitando a las que en su desarrollo abundan en fruto, color y aroma. Todo pensamiento que no dé al instante paz y dicha genuinas no es digno de crecer en el jardín de la mente. Manteneos atentos y, como un cuidadoso jardinero que ama al jardín con todo su corazón, cuidad de que florezca lozano, fragante y hermoso, acogedor y fértil. Lo sustancial siempre es amoroso en toda circunstancia y no busca éxito o comodidad personal, sino que extiende lo universal, lo santo, lo eterno, lo que bendice y libera de todo sufrimiento, penuria o angustia, nacidas de semillas que reptan por lo mundano y temporal.

   No acomodarse en un indolente yoísmo nos salva de un vivir anecdótico y memo, banal e infructuoso, de crecer sinsentido, ensortijados y punzantes como secos espinos carentes de beneficiosa armonía. Hay que vivir con el corazón pronto a darse por entero y amar sin temor a que el mundo pueda romperlo en mil pedazos... seguid enamorados; seguid llenos de amor que ofrecer sin medida, siendo música y poema plenos de Dios; seguid dando fruto aunque os menosprecien; seguid siendo la sal de la tierra para dar el sabor del Cielo; seguid siendo sustancia y vida en vez de anécdota somera, encorsetada y muerta; seguid siendo luz que deshace tinieblas; seguid en lo eterno aunque lo temporal os sacuda con fuerza. Quedad en la paz de Dios y no temáis a los vientos intempestivos... estad en el mundo sin ser del mundo. Vivid con Amor y verdadero afán de servicio, dejad que la Verdad os haga libres de todo condicionamiento personalista... Y lo esencial, Dios Mismo, irá siempre con vosotros; apartando obstáculos y derribando impedimentos. Todo va bien en Dios aunque el mundo no lo crea. Volved a Dios y sed felices.

KHAAM-EL




Que la sustancia viva del Amor 
sea poesía en el alma -no mera anécdota- 
y dé sabor de eternidad a vuestra vida.






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