miércoles, 2 de diciembre de 2015

PERMANEZCAMOS ATENTOS AL ESPÍRITU... AHORA

   No nos distraigamos con lo que no tiene realmente valor. Todo se dirige hacia su inevitable final cuando ha tenido un comienzo en el tiempo y es, por tanto, material; mientras que todo permanece en la eternidad cuando brota de lo eterno y espiritual. Es por esto que la vida, la sustancial y verdadera, es del espíritu y nunca de la carne.

   Así como se piensa, así es la experiencia subsecuente. El miedo busca defensa en su disimulada fragilidad, y ataca; el conflicto, consecuentemente, será la experiencia resultante de escogerlo como forma de pensar. Abandonemos pues cualquier pensamiento que no sea amoroso y generoso, despreciemos el apego a los objetos del deseo cortando de raíz (en el presente) su insignificante significado, desprendámonos de lo superfluo, de lo transitorio e inestable,  y viviremos en verdad felices. Mantengamos vigoroso en nuestras mentes el siguiente principio acerca de los milagros que viene expresado en 'Un Curso de Milagros' (Texto, pág. 3): "Los milagros son pensamientos. Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia. Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual."; porque, como señala el mismo texto en la pág. 75, "el ego y el espíritu no se conocen"; si así lo hacéis, y tenéis in mente el sistema de pensamiento milagroso que crea y expresa lo espiritual, la paz de espíritu os acompañará siempre.

   Es sencillo, si no se despista uno dándole vueltas al comparativo y desconfiado sopesar del mundo enredándose en todas sus rigideces de sesuda materialidad moribunda (todas sus cosas pasan), o si no se pierde la mente en 'yupilandias de buenos rollos mil' mediante el arduo, fantasioso, pomposo y agotador razonamiento comparativo que fija su atención en lo físico soñando futuras mejoras en un teatral comportamiento de no sabe bien quién hacia qué. Reitero, es sencillo, si se piensa con la consciencia presente y no con la imaginación proyectándose en el tiempo y sus formas. Según se escoja una forma de pensamiento se encuentra la realidad o se fabrican ilusiones. Meditemos. Ahondemos. Contemplemos. Volvamos a la inocencia y la gratitud. Confiemos. No hay términos medios ni tibiezas que puedan unir lo irreal con lo real, lo falso con lo verdadero, lo aparente con lo sustancial, las tinieblas con la luz, los periquitos llegar a ser elefantes o la malicia convertirla en bondadosa. Como dice UCDM: 'No se pueden unir dos mundos'. Nada que sea nada imaginándose algo, podrá ser jamás algo por mucho que en vanas ilusiones lo elucubre. Y, sin contemplaciones baladís, justo en eso, se encuentra, en última instancia, la certeza de que la plenitud de ser permanece inalterada y perfecta en la esencialidad pura de lo Espiritual, aquí y ahora, allende circunstanciales apariencias. Comprender eso en esencia, más allá de las simples palabras, apertura la mente a la experiencia viva del presente inmaculado... deshaciendo las nieblas del sopor del ensueño imaginado... mostrando la realidad de lo eterno.

   Meditemos. Ahondemos. Despertemos...
   Bendiciones y Namaskar.

KHAAM-EL



Permanece en la pureza que Eres... 
en lo Eterno... 
en el Espíritu... 
en el Amor.

Ahora.




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