Los llamados vivos, mueren; los llamados muertos no conocen la muerte. ¿Quiénes están realmente vivos? No te burles, no esquives, ni ignores la pregunta con desdén; más tampoco la respondas a la ligera, porque la arbitrariedad de los juicios, en su presunción, comete graves errores de bulto por mucho que atilde o engalane sus parciales conclusiones. Opinar nunca es saber. Presumir es mentirse mintiendo de tal suerte que aparenta conocimiento, o soltura, aunque no se tenga; es más, perfumar excrementos nunca conseguirá que éstos despidan buen olor. ni decorar la basura hace que ésta deje de serlo. No pienses ni des crédito a sombras u oscuridades perfilándose en un futuro, o te escribirás una tenebrosa historia de sufrimiento y muerte que se cuenta, y recuenta, el infantiloide cuento de que algún día encontrará un personaje o acontecimiento rescatador. No futurices ilusiones o sucumbirás en imaginaciones por el deseo insensato de lo personal, que finalmente sólo trae sueños de muerte. No sigas por ahí, amigo/a, o te extraviarás; puesto que hablar y hablar de luces y sombras no es vivir en la luz verdadera -la que no conoce oscuridad posible-, al igual que opinar acerca de la temperatura, acuosidad, oleaje, salinidad, etc, del mar sin sumergirse en él, no es sino necia vanidad. No vivas superficialmente, porque eso no es realmente vida. Profundiza en lo que es permanente en ti, para poder ver sin condicionantes personales (parciales e interesados) y poder así diferenciar aquello que es real de aquello que no lo es. Antes de caminar se ha de ver claro el camino o, en su defecto, detenerse hasta aclarar la vista; pues caminar a ciegas, sabiendo que no se ve, es en verdad imprudente, sencillamente porque ir a tientas facilita el extraviarse o lastimarse; más, caminar a ciegas creyendo ver es realmente loco y mortífero, por la agilidad de movimientos que se encaminan a no se sabe qué. Medita, reflexiona y clarifica el entendimiento sustancial de ser, o te estamparás, una y otra vez, con lo que parece ser y nunca es, y así decepción tras decepción, con breves interludios de deslumbrada y cegadora euforia que acercan nuevamente al fiasco con dinámica insensatez.
Anhela por encima de todo despertar a la Verdad. No mueras más en tu imaginario mundo de inestables e interesadas relaciones, buscando irreflexivo el significado de la vida en lo perecedero e impermanente, y renace a la vida eterna muriendo a lo que muere. ¡Despierta! Únicamente en lo esencial se encuentra la infinitud del ser, en el interior del ahora, en la ilimitud del presente, en la inmediatez de la dicha, y no en el sueño externo de lo temporal y sus particulares memorias. Reitero: medita, reflexiona, ahonda, y la claridad despejará todas las incertidumbres imaginadas por lo imaginario (el ego, la sombra, el cuerpo, el deseo, el miedo, la pequeñez, lo divisor, la identidad personal, o como quiera llamársele). Regresa a la bendición universal despertando del delirio de la maldición de la separación y sus voluntades enfrentadas. Apertura tu corazón y no lo protejas de posibles desaires. Ama. Rinde tus justificaciones y el ataque cesará... la oscuridad estallará en luz y el mundo entero, y todo su tiempo e historias, se desvanecerá en la intemporalidad, para despertar felizmente en el Cielo. La salvación de una pesadilla no ocurre dentro de ella, sino merced a su desvanecimiento... la luz ha llegado. Escucha la Voz de Dios despertándote; recordándote no sólo tu inocencia sino también la de todos, porque en tu inocencia esencial descansa la de todos, y en la inocencia esencial de todos descansa la tuya... ¡Bendiciones! Lo ilusorio nunca afectó a la realidad, porque lo que es indivisible así permanece. ¡Aleluya! No hay Amor más grande que aquel que reconoce la realidad indisoluble del Amor... Confía y Ama sin límite. Canta de puro amor por todos. Danza y celebra la unicidad de Dios. Abraza el infinito. Vive en paz ahora. extiende esa paz... haz eso, sólo eso, siempre eso, y sé feliz en tu retorno a la eternidad y su plenitud.
KHAAM-EL
Despierta en la luz de lo real y retorna a la vida plena.
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