Cristo Jesús es la total consumación del hecho religioso en su más genuina índole, la plenitud del Espíritu en la carne y la sangre. Quien a Él ve y escucha en profunda apertura de corazón, ve y escucha al Padre Celestial, a Abba, a DIOS VIVO. Por eso, Él es Camino, Verdad y Vida Eterna. Y quien en Él vive, renace; quien en Él muere, Resucita.
Por tanto, seguir y cumplir Su Enseñanza, Su Buena Nueva, Su Amor y Bendición es realizar ciertamente lo más conveniente a nuestras temporales vidas en carne y sangre, desechando con lucidez las engañosas mundanidades de bagatelas y nimiedades que aparentaban ser importantes e incluso imprescindibles. Hallando así paz en la mente, comunión fraterna en el corazón, junto al júbilo de ser de la espiritual eternidad Divina y no del egoico y corruptible tiempo.
KHAAM-EL
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