El Espíritu corrige toda distorsión perceptiva; sin embargo, la arrogancia del ego rechaza cualquier corrección por su apego a tener especial razón sobre la totalidad de 'Lo Que Es'.
Plasmar fracciones sobre un todo infraccionable es una acción descabellada e inútil. DIOS y lo por ÉL creado (tu ser, mi ser, nuestro ser, el ser de todos) son inseparables, plenos, espirituales y eternos. El ego es una idea propia fraccionada y fraccionadora; por tanto, descabellada y absurda, que forja una imagen del mundo escindida, insatisfactoria, carnal y pasajera. Totalmente carente de significado. Y como querer darle significado a lo que no lo tiene genera malestar, disgusto y temor, quienes así piensan y actúan: sufren.
Por eso, si como nos señala la lección nº 12 de 'Un Curso de Milagros' "estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado", necesito rendir el querer tener particular razón y con una "mente receptiva y serena", humildemente, silenciar la mente, anhelar la liberadora corrección de todo yerro y maldad perdonando todas las ilusiones que ideé, atender a la corrección del Espíritu (que en la íntima quietud nos enseña la Verdad y lo Eterno, el Amor, la Paz y la Dicha de Ser en Comunión), cambiar de mentalidad y vivir así, en este fabulado mundo carente de significado, desde este preciso "instante santo", extendiendo y ofreciendo libre de todo lamento, libre de todo temor y libre de todo resentimiento el Reino de los Cielos a nuestro prójimo, que es Uno conmigo y con todos nosotros en la Divina Unicidad de DIOS VIVO.
KHAAM-EL
No hay comentarios:
Publicar un comentario