El hondo malestar se asienta porque no viendo lo que en esencia hay, al ver sólo proyectado sobre la realidad vetustas e inconsistentes ideas de separación, carestía y culpa, se empecina uno en que su propio punto de vista -relativo e incompleto- es absoluto; idea, por cierto, expresada magistralmente en las lecciones 6 y 7 de 'Un Curso de Milagros': "Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí" y "sólo veo el pasado." Ya que, ver el pasado es no ver; es no saber; es engullir mundanidades y no cesar de tener avidez; es perderse en un laberinto de recelosos conceptos sin significado, cuando en verdad siempre estamos en un ilimitado ámbito de gracia y bendición.
La auténtica, nutricia, liberadora y gozosa Visión (la de los místicos, los despiertos, los testigos de la Verdad) es ver un presente eternamente inmaculado, un presente en el que las palabras quedan cortas o incluso mudas, donde lo más cercano a la vera expresión son las metáforas, las parábolas y acertijos...
El pasado es futuro y el futuro pasado.
Presente Infinito.
El ego/tiempo nace y con él: la muerte.
Ávido pan del mundo que aun acumulándolo nunca sacia.
El Espíritu se viste de identidades e inspira abismos,
perfilando grumosos y ocres barros
peregrinos en los recios vientos de los yermos terrenales.
Nada contiene todo. Todo contiene nada.
Palpitante Núcleo absorbiendo distópicas periferias.
Ante el miedo, Amor. Ante el conflicto, Serenidad.
Ante el tiempo, Intemporalidad. Ante el rencor, Perdón.
Vacío Lleno y Llenura Acogedora.
DIOS VIVO en todo y en todos Vive.
El futuro es pasado y el pasado futuro.
Presencia Infinita.
El tiempo/ego no vence y con ello: resurrección.
Benigno 'Pan del Cielo' que cuanto más se comparte más sacia.
El Espíritu navega bosques y vuela profundidades,
arraigado en espumosas y cristalinas olas
llameantes como los vientos de las cordilleras celestiales.
KHAAM-EL
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