lunes, 1 de junio de 2015

EL JARDÍN SECRETO


   Hay en tu interior un jardín secreto en el que imagina dormir tu ser... La Palabra Santa ha resonado con fuerza en tu corazón.... retumba en las paredes trasparentes de tu alma... te ha encontrado en lo más íntimo, porque ya no te distrae lo externo (el sueño de las formas cambiantes y sus tentaciones)... Busca en lo más profundo de ti ese jardín escondido en el que una bellísima melodía te está esperando para recordarte el Amor de Dios y su unicidad... escúchala, con atención, con devoción, y síguela hasta que todo sea esa música, dulce, melodiosa y suave... es tu alma... ella te conducirá al centro de tu soñar para que Dios Mismo te encuentre y te despierte, con ternura sin igual, de ese letargo absurdo en el que el miedo a un mundo hostil plagado de otros separados de ti pareció tener sentido. 

   Todo irá bien. El jardín te abrirá su entraña para mostrarte la esencia de esa música, para devolverte a lo infinito atravesando las contornos, los tiempos; deshaciendo los ciclos y todos esos incongruentes principios que requieren finales... sí, ese secreto jardín interior, te conducirá más allá de los cuentos que te contabas para contar tus días y noches como caminos a algún lado; te transportará allende vaivenes, expectativas o justificaciones, y... felizmente, retornes a lo inefable, a lo indiviso, a la grandeza de la creación... 

   ...Nada pudo impedir que tú mismo siguieras siendo esa música, esa melodía que comulga con lo divino, aunque creyeses olvidarlo, y nada podrá impedir tu regreso al recuerdo imborrable de lo esencial... Todo obstáculo es abatido por el poder de esa excelsa música, llena de Dios... por ese flujo de notas celestiales que transforman ese jardín oculto -que por un tiempo te cobijo- en Cielo infinito, en eternidad, espíritu, santidad, gozo, plenitud, Amor, bienaventurada Vida y luz... pura luz, sin posibilidad de sombras... Amor... ¡Amor!
                        
                   
   Ya ningún discurso del mundo, ningún ruido, ninguna callada cómplice, ningún concepto de discordias o alianzas, puede siquiera retrasar la consumación de todas las épocas en ti, aquí y ahora,.. ¡eternidad! Canta, alaba, celebra... Dile, de corazón, a Dios: -¡Gracias Dios de Amor y Vida! por cuidarme en el jardín de mi corazón, durante ese breve sueño de eones, esperando a que escuchará la garantizada Voz melodiosa de Tu Santo Espíritu, de Tu paz inenarrable, de Tu bendición infinita, para acallar en mi mente santa todo el trajinar del mundo y Tú, Mi Dios... ¡despertarme!

KHAAM-EL




Sigue la música del alma hasta que sólo seas Música.

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