Bendice de todo corazón. Comparte tu vida sin medida. Date por completo de puro Amor... y, como dar de verdad es recibir plenamente, Dios Mismo te devolverá tu sincera y humilde entrega con la dicha infinita de lo inefable y la paz insondable de lo eterno. Él, Iluminará cada día de tu vida aquí en la Tierra con la certeza del Cielo y colmará tu corazón, al abrir tu mente a los Pensamientos bienaventurados que compartes con Él.
Extiende tus brazos y alza la mirada allende el horizonte... más allá de tiempos particulares y espacios singulares, totalmente dispuesto a recibir Su abrazo inconmensurable y Su directriz infalible... Amante y Amado fundidos por siempre en un único, inclusivo e indescriptible Amor indiviso.
¡Bendiciones! No hay diferencias donde hay Amor. No hay incertidumbres donde hay Verdad. No hay miedo cuando estás con Dios y Su plenitud. Eres libre... esencialmente libre.
Alégrate de la alegría. Sonríele al llanto y deshazlo de puro amor. Abraza al rechazo y derrítelo en desbordada plenitud. Surfea las aguas de la vida con confianza y determinación inquebrantable; nada hay que pueda minar tu gozo y esperanza en el feliz reEncuentro con Dios. ¡Bendiciones! no hay rincón en tu mente que Él no santifique con tu sola entrega... ¡Bendiciones! Él te da para que des... Él te colma para que reboses... Él te salva para que salves... Él te concede Su Palabra para que la extiendas... El te Ama para que sólo ames. ¡Bendiciones! Él es Amor, tú eres Amor, todos y todo sucedemos en Su Amor... Sírvelo sólo a Él y, Él, te restaurará al Cielo.
¡Bendiciones! Te comunicas siempre contigo mismo cuando te comunicas con tu prójimo. Reconociéndote nos reconoces. ¡Gracias, pues, te sean dadas! Ya que al bendecirnos es también a ti mismo a quien bendices; y todos volvemos a ser uno.
¡Bendiciones! No es posible el sufrimiento donde hay conciencia, ni tampoco deterioro y muerte donde hay plenitud... ¡Desbórdate ilimitado en el Ser infinito que compartes con tu Creador y toda Su creación!
¡Bendiciones! ¡Bendiciones! ¡Bendiciones!
¡Bendiciones! Te comunicas siempre contigo mismo cuando te comunicas con tu prójimo. Reconociéndote nos reconoces. ¡Gracias, pues, te sean dadas! Ya que al bendecirnos es también a ti mismo a quien bendices; y todos volvemos a ser uno.
¡Bendiciones! No es posible el sufrimiento donde hay conciencia, ni tampoco deterioro y muerte donde hay plenitud... ¡Desbórdate ilimitado en el Ser infinito que compartes con tu Creador y toda Su creación!
¡Bendiciones! ¡Bendiciones! ¡Bendiciones!
KHAAM-EL
¡Bendiciones!
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