sábado, 13 de junio de 2015

QUIETUD INTERIOR: VIDA PLENA *

Fotografía: www.tecnicaalexander.simonfitzgibbon.net
  "Si un hombre quiere llegar lejos en el camino místico, debe aprender a desear a Dios intensamente pero en quietud, pasivamente, aunque con todo su corazón, su espíritu y su fuerza."
                          Aldous Huxley

"¡Qué quietas están las cosas! Y qué bien se está con ellas."

          Juan Ramón Jiménez


   La vida es Vida. No hay que hacer nada en especial ni poseer algo significativo para vivirla feliz y en paz. Sencillamente, sigue su curso sin pretensiones particulares. No tensión. No esfuerzo. No sacrificio para la obtención de algún logro personal o grupal. Lo universal es la clave... En la plenitud todos ganan porque nadie puede perder en su indivisa unicidad. Vive sin resistencia, sin apegos ni aprensiones... en la quietud de una mente entregada al flujo del momento presente. 

  Como he señalado alguna que otra vez: 'caminando despacio se avanza deprisa'... si de cierto quieres la verdad, has de confiar en que es ella la que te encuentra... y si, como así es, la verdad es verdad no puede conocer ni albergar en sí contradicción alguna; por lo tanto es permaneciendo en un atento reposo, en una quietud extremadamente alerta, como se facilita su feliz y poderosa llegada... Dios, ya se halla en la vida misma y, desde ella, Él te devuelve al Cielo... a la Vida de la vida.




   Todo son memorias pasadas proyectándose hacia un ilusorio futuro. No mires al pasado con recelo o con añoranza. Sé presencia viva en el presente y el futuro quedará libre del pesado lastre de las memorias de antaño. La vida es Vida. Quédate en paz... descansa en paz con todas tus fuerzas y vive; porque, ¡sí! Descansar en paz es realmente vivir. La despreocupación total te hace contemplar el milagro de la quietud esencial de las cosas, esa quietud que valora el poeta... La mística al igual que la poesía es una expresión totalmente nacida de una receptividad contemplativa que se revela en el silencio del corazón y de la mente, en una entrega activa de insospechada dádiva, en una acción descansada que se realiza -para nosotros- desde la Belleza Inefable de lo Incognoscible. 

   Aplaúdele a la vida... es como una obra de teatro, una ficción, una actuación... quédate con su música. Canta con confianza toda la canción; en comunión, todos juntos cuan uno solo, y reposa en la danza alegre del presente, en el baile feliz que acaba con toda fatiga y desdicha. ¡Qué bien se está en la quietud del presente! entre cosas y cosas. Vida. No pienses en descansar y descansarás de verdad, en un remanso de paz y gozo compartidos, gracias a una acción indivisa. Vida. No pienses en si has de pensar o no pensar y serás Pensamiento pleno en el Silencio comunicante. No imagines imaginar y lo inimaginable te alcanzará, aquí y ahora. Vida. Comprende que en la pasividad de la aceptación intensa de la acción amorosa toda discordia se desvanece. No descanses en la muerte, descansa en la vida. No hay movimiento inútil cuando surge de lo sustancialmente quieto porque la actividad que no actúa personalmente, en su perfecta Quietud de descansada labor, halla la armonía de 'No dos'. Vida. Restitúyele a tu prójimo la certeza de su poder esencial, de su libertad y de su vida eterna. Dale lo mejor de ti para que recuerde lo mejor de sí. Vivir con Amor es vivir plenamente y eso es verdaderamente Vida... todos la celebramos y, al acabar la función, juntos finalmente descubrimos que la vida no tiene realmente principio ni fin; porque, ¿recuerdas? La vida es, sencillamente: Vida.


KHAAM-EL




Sencillo: ¡la vida es Vida!



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