SENCILLEZ

 Sentarse a contemplar un atardecer no es complicado salvo que llenes tu vida de quehaceres. Disfrutar del instante presente no es difícil excepto que escuches a las quejas y temores en tu mente. Simplificar torna todo más agradable al no recargar la vida con la diversificación de lo superfluo. Las relaciones no son para nada enrevesadas si no las complicas con desconfianzas.

 Que tu vida sea un convivir honesto y desprendido como un ancho y plácido río que fluye confiado al mar permitiendo que todo aquel que quiera se bañe en sus limpias aguas. Que tu mano esté siempre abierta para compartir. Que tu mirada amistosa contemple a todos por igual. Que tu palabra sea resultado de haber escuchado antes a la quietud interna. Que tu atención no vaya más allá del día de hoy, que se despliega ante ti para ser vivido en plenitud, y céntrala en amar de veras a todos aquellos que te encuentras. Comprende: Hoy, siempre hoy... mañana es nunca. Aprovecha el instante y da lo mejor de ti. Ama. Confía. Date. Entrega tu vida en tal empeño y la salvarás del sueño del sufrimiento y de la muerte. ¡Así de fácil es ser feliz y compartir felicidad! 

  Quédate en calma. Sosegado. Sereno. Aquietado. Deja que todo salga afuera. No luches con ello. No sucumbas a ello. Sencillamente déjalo disolverse por completo hasta que sólo quede la pureza.  Sigue la paz de espíritu y no habrá obstáculo que pueda impedirte tu encuentro con Dios, tú verdadero, primer y único, Amor. Repito: Quédate en calma. Sosegado. Sereno. Aquietado y, ya está, el resto viene por su natural... Él te halla donde te encuentres si así realmente lo quieres. Ves, no hay nada más sencillo que confiar en la Providencia y permitir que Ella nos dirija de vuelta al Amor. Todo te será puesto para que sueltes el mundo y elijas el Cielo. ¡Así de sencillo es despertar y compartirlo!

   Sencillo, simple y fácil: No hay complicación posible dónde está Dios, y recuerda: ¡todo sucede y resplandece siempre en Él! ¡Sólo hay Dios! Por lo que únicamente es auténtico lo eterno y lo santo.

   Descansa, pues, y rinde tu insensata lucha... sin personales deseos ya eres la plenitud que anhelabas... en el Cielo fronteras no hay.  Bendiciones. 

KHAAM-EL

Sencillo: retorna al Amor de Dios.