"Estaban todos juntos en un mismo lugar. De improviso vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban aposentados, y se les mostraron lenguas como fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse."
Hechos de los Apóstoles, 2: 1-4
Comprende que pentecostés no es sólo una fecha en el calendario cristiano, no es únicamente un ceremonial correspondiente a ese culto religioso... Comprende que pentecostés es mucho más que una celebración de una determinada línea religiosa; que es una esperanza realizada, apuntando a una experiencia universal fuere cual fuere tu credo singular... Comprende que el Dios verdadero no tiene confesión especial sino que incluye a todas las confesiones, e incluso a la negación de éstas, en un abrazo infinito lleno de misericordia y Amor. Comprende que Dios siempre habla para todos cual uno solo. Comprende que pentecostés te exhorta a la iluminación de tu mente por la total entrega a la Voluntad del Altísimo.
Reúnete siempre en el nombre de Dios. que todos tus encuentros sean para bendecir, que todas tus oraciones sean para el despertar, junto con tu prójimo, al infinito Amor del Inefable... deja entonces que Éste Amor venga dulce a tu encuentro y te alumbre con el Santo Espíritu que Dios, por su gracia, te envía, para hablar las lenguas del fuego de vida que consumen todo error y toda angustia por el bendito poder de ese Santo Espíritu que perdona y sólo ama... que comulga y nunca divide... que llena de gozo el corazón y de indescriptible paz la mente... que ilumina como lámparas de fuego cualquier tiniebla y amansa como bella melodía todo furor... que desconoce el miedo y sirve de cierto con abnegada dicha... que atraviesa tormentas y sinsabores con esa inmensa calma interna plena de bienaventuranzas conducentes al indisoluble encuentro con 'El Eterno'... que, como versifica san Juan de la Cruz, "matando muerte, en vida has trocado".
Reúnete siempre con todo aquel que a ti llegue con el alma abierta. Te invito a una relación santa con la vida entera; permitiendo, de puro amor, que el desconcierto del mundo -si es necesario para el Bien mayor, ese que es el mismo para todos cual uno solo- te zarandee en su ignorancia arrogante y, tú, permanezcas fiel a ese Bien mayor... a ese darse sin esperar nada particular a cambio... a esa infinita paciencia que contempla todo más allá de las apariencias; abriendo así, a su debido tiempo, corazones y mentes... a ese darse y poner la otra mejilla cuantas veces sea menester... a ese perdonar hasta setenta veces siete cualquier afrenta u ofensa... a ese unir todas las manos entorno a una misma llama de Amor viva... a ese ser manso de corazón, y expresar únicamente la unicidad de la plenitud de Dios y Su Amor.
No hay bienaventuranza mayor ni despreocupación más gozosa que refugiarse al calor del fuego del Espíritu y seguir, con fe, Su soplo vigoroso... ese magnífico empuje que conduce de nuevo hasta la vida eterna.
Reúnete siempre para mayor gloria de Dios, y no para la tuya propia o la de tus creencias particulares, y Su fuego de la verdad con ímpetu vehemente se posará sobre ti, y te guiará de retorno a Dios junto con tu prójimo.
KHAAM-EL
¡QUE EL ESPÍRITU DE DIOS ILUMINE TUS DÍAS EN EL MUNDO!
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